El espectáculo de la políltica
Días atrás en este blog se hizo una aproximación a las razones del éxito mediático y de posicionamiento político alcanzado por el exministro Daniel Urresti. En dicho análisis no se profundizó sobre el contexto que permitió la emergencia de un personaje como este, y que es el que deberá limitar su futuro papel en el escenario político, así como el de otros personajes nuevos y reciclados. Este es un contexto donde lo que importa es el show, el escándalo, y no el contenido del mensaje.
Para que importe más el efecto de lo dicho que el contenido, significa que viene prevaleciendo el aspecto relacional de la comunicación sobre el contenido. Por ejemplo, se celebra que Urresti responda de manera ingeniosa a Keiko Fujimori, sin profundizar respecto a lo que se está aceptando implícitamente: la corrupción de ambos lados. Aquí se celebra la frase por ser ingeniosa, pero sin detenerse a examinar sus implicancias.
Esto se podría estar produciendo debido a que cada vez más los peruanos y peruanas muestran incredulidad ante los discursos, y leen lo relacional. Se recuerda que ante la contradicción entre ambos elementos comunicativos, el receptor tiende a la parálisis, y en algunos casos debe optar por seguir a unos de los dos. Ello explica también el éxito de Castañeda (mudo), y el fracaso de quienes buscan exponer fundamentadamente sus ideas. Al haberse perdido el interés y la credibilidad en el discurso y prevalecer lo relacional, tienen más posibilidades de éxito quienes usan poco o nada el aspecto del contenido de la comunicación.
No se debe confundir la falta de elocuencia con el énfasis en lo relacional. Ciertamente, se da el caso de excelentes oradores como García, pero que en sus discursos lo relacional sigue prevaleciendo sobre el contenido. Recordemos uno de sus discursos al volver a la escena política, donde recita un verso de Calderón de la Barca. En un sentido literal, no fue la prosa del escritor español lo que movilizó a la gente, sino la emotividad transmitida a través de él, es decir, lo relacional sobre el contenido.
Otro ejemplo: La célebre frase de Trelles “matamos menos”. El contenido de la frase, lo literal es cierto, incluso tomando como referencia el Informe de la CVR que el fujimorismo desconoce. El problema de la frase estaba en lo relacional, que implicaba un relativismo cínico respecto a las muertes de peruanos, en vez de mostrar la empatía que la ciudadanía hubiera esperado. Como último ejemplo se tomará el caso extremo de la total derrota de Villarán. En los últimos meses previos a la campaña empezó a informar de manera efectiva sobre su gestión, y durante la campaña continuó haciéndolo, y efectivamente había datos objetivos de logros. Sin embargo, nadie pareció siquiera enterarse de ello. El componente relacional de la comunicación estaba tan deteriorado por diversos factores que el contenido quedó invisibilizado casi por completo.
Para beneficio o perjuicio de los personajes políticos, están atados más al impacto subjetivo-emocional de sus actuaciones que a las propuestas que puedan enarbolar. Es en ese escenario que la contienda del 2016 será algo parecido a un concurso de popularidad, donde la prensa se enfocará en quienes espera se manden puyazos y armen un buen espectáculo, y una vez más las agendas y programas queden invisibilizados. Lo lamentable es que el pronóstico apunta a que será un match entre Keiko, Alan, Urresti, al que se colará PPK.
Necesitamos deconstruir la lógica del espectáculo de la política desde las bases, para poder generar un espacio donde las propuestas adquieran el protagonismo. No es imposible, y para ilustrarlo dejo un último ejemplo: El debate municipal Castañeda Vs. Cornejo. Si bien tuvo un importante componente relacional, este se construyó sobre el contenido de la argumentación técnica esgrimida por Cornejo, tanto que le permitió al candidato superar los anticuerpos hacia el aprismo (componente relacional) de muchos votantes que decidieron apoyarle. Ahora, hay que pensar estrategias creativas pero sustentadas para escapar del entrampamiento al que nos quieren guiar este 2016.